Tenemos nueva Consttución, Aleluya!, nos salvamos

El presidente Fernández le ha dado muchas primicias al pueblo dominicano.Sin embargo, no se había conformado. Mostrar al mundo una Constitución avanzada, moderna y democrática para regir a los dominicanos de este siglo XXI era una más de sus hazañas. Pero estrenar hoy una nueva Carta Magna, en una reforma que envolvió un poco más de 200 artículos, no le resultó del todo fácil.

Aunque cuenta con mayoría en el Congreso, Fernández tuvo que firmar un pacto con la oposición para asegurarse de que la reforma fuese un hecho.

Por otra parte, las discusiones fueron no aptas para cardíacos, ya que la Iglesia, sociedad civil, organizaciones no gubernamentales, entre otras, se opusieron a la aprobación de tal o cual artículo, para luego ponerse de acuerdo y elaborar la misma. Los dominicanos debemos sentirnos alegres y llenos de júbilo. Estrenamos Constitución al tiempo de iniciar las festividades patriótica que contempla el Mes de la Patria.

Zelaya está en paz en la Capital de la Paz

El depuesto presidente constitucional de Honduras,Manuel Zelaya, es hoy el invitado de honor de todos los dominicanos. Está de nuevo en la Capital de la Paz como él mismo designara a la ciudad de Santo Domingo al concluir la XX Cumbre del Grupo de Río. Sólo que en esa ocasión participaba como presidente de Honduras,hoy como huesped nacional. De cualquier forma, Zelaya será, para los dominicanos que amamos la democracia, el legítimo presidente de Honduras.

Atrás quedó su esfuerzo junto al de nuestro Leonel Fernández para que la comunidad y los organismos internacionales,creados para hacer valer la legitimidad de los gobiernos de los Estados democráticos miembros, entre otras prerrogativas, le devolvieran al poder.

Atrás también quedó el pueblo de Honduras que le respaldó y que hoy tiene que beber el trago amargo de vivir bajo la sombra y el manto de la hipocrecía encabezada por un presidente que responde y responderá los lineamientos de los golpistas que continúan allá y continuarán con todo el poder político y económico.

Pero no importa, Usted está aquí en una tierra "inagotable",pero no solo de bellezas naturales, sino en hospitalidad para derrochar con seres como Usted.

Bienvenido a la República Dominicana.

Ha muerto mi tía Dominga

Solo quiero decirles a mis amigos lectores que mi tía querida Dominga ha muerto. Ella era mi tía materna y yo la quería mucho. Aún me queda otra tía materna y también la quiero, pero mi tía Dominga siempre me tomó en cuenta. Aún recuerdo que al cumplir mis seis años me regaló un jueguito de tasitas de porcelana, y en mi fiestecita era el obsequio que mostraba a todo el mundo, incluso varios años después lo conservé hasta que desaparecieron sin dejar rastro, creo que el cambio de viviendas tras la separación de mis padres fue momento para la perdida de tan importante recuerdo.

Así fue mi segunda madre cuando mostró interés en ayudarme con la crianza de mi hijo mayor en días que tenía tantas complicaciones con dos empleos fijos además de los compromisos profesionales en los primeros años de vida de Robertico.

Mi tía Dominga murió al finalizar el día 21 de este mes y con él la celebración de La Altagracia. Ella fue una fiel devota de nuestra madre protectora, y cada año, para la efeméride, la familia tenía un lugar de encuentro que era su casa donde los cantos y alabanzas a la madre de nuestro señor Jesucristo nos acompañaban todo el día con golosinas,gaseosas y comida.

Ella fue mujer elegante y bella. Sus pasos entonados. Su color de piel nos remontaba a Anacaona,reina de los aborígenes dominicanos, y así, así la recuerdo y es de esta forma que permanecerá en mis sentimientos.

Murió mi tía Dominga un mes después de sufrir dos ataques cerebrovascular que la mantuieron en cuidados intensivos en un hospital de Puerto Rico.

Adiós, y que el señor te reciba con la misma luz en que iuminabas a todo aquel que te conoció y a todo aquel que estrechó tus manos.

Paz a tus restos

Nos entretuvimos con Haití y de buenas a primera vino Lobos

Así fue. Nos entretuvimos con lo acontecido en Haití, los heridos, los sobrevivientes sacados de los escombros una semana después del terremoto, y con las ayudas internacionales que si llegan que no llegan que no han llegado, con la solidaridad, y también con el desfile de actores, artistas, políticos, y de gente que procura protagonismos en éstos hechos.

Así fue. Nos entretuvimos con Haití, con las réplicas que han sembrado pánico y miedo en la población que aún queda y todo lo que acontece allí al lado, justo al lado.

Recibíamos las noticias de Haití y las secuelas de la catástrofe, y de buenas a primera, nos trajeron a Lobo. Vino a la República Dominicana como de asecho. Vino a sabiendas de que la sociedad dominicana había rechazado su visita cuando los medios de comunicación avisaron y publicitaron que vendría al país tras su elección a la presidencia de Honduras.

Este muñequito de Micheletti llegó al país, llegó al Palacio Presidencial y allí se reunió con el abanderado de la vuelta a la democracia en la nación centroamericana, tras el golpe dado a Manuel Zelaya, proclamado el presidente legítimo de Honduras por Leonel Fernández,

Este Lobo al parecer no asusta, porque aprovechó momentos de dolor en que está sumergido el pueblo dominicano ante lo ocurrido a sus vecinos para venir al país a hacer propuestas conciliadoras para que su gobierno a iniciar el próximo 27 de este mes, sea reconocido por la comunidad internacional como legítimo y pleno de los derechos establecidos por los hombres.

Oh 2010 has llegado, solo tienes días, y mira lo que has hecho

No me había animado a escribir en las últimas semanas. Es que acaso no me acostumbro a que este oficio debe ser otro alimento diario que debo ingerir, sé que es un mundo maravilloso, y aún así dejo que el menor disgusto me lo impida.
Pero, cómo me voy a animar, si desde antes de finalizar el 2009 recibo noticias negativas, unas de tras de otras. Primero, sobre el accidente cerebrovascular de mi tia querida que aún la mantiene en estado de coma, y luego la triste noticia de las muertes de nuestro Luisito Martí y Sandro de América.

Ah, no puedo pasar por alto la perdida de el Terror, Luis Días. Los dominicanos iniciamos el mes de diciembre con su ida a destiempo. Al finalizar el año el agravamiento de la salud del dueño de la risa y carcajadas: Luisito Martí.

A Luisito Martí lo conocí en tiempos en que formaba parte del combo Show de Jhonny Ventura. Más adelante en sus distintos personajes de parodias, y más exactamente de Balbuena quien de cualquier modo quiere llegar a Nueva York a cumplir su sueño americano-

Y Sandro, que dominicana de mi generación no soñó con él. Era Sandro de América para las latinas, digo yo, aunque siempre mantuvo una imagen de rockero gringo al estilo de Elvis.

Sus movimientos, sus labios sensuales, su cabellera, oh Dios, cuánta belleza en un masculino, cuanto romanticismo en sus canciones. Pero también se nos fue. Un día después de la partida de Luisito se nos fue.

Y días después ocurre lo peor a nuestros vecinos, quizás sus muertos no fueron tan conocidos como Luisito y Sandro, pero en definitiva están todos en un lugar donde los que respiramos no sabemos si iremos para allá o para qué otro lado, simplemente estaremos como ellos.

El clamor del presidente ha sido oído, pero de qué manera

El clamor del presidente Leonel Fernández ha sido oído, pero de qué manera. Tanto tiempo abogó para que la comunidad internacional auxilie al vecino pueblo de Haití, y es ahora, ahora. Ahora quizás no necesiten tanto tal ayuda como antes, mejor dicho, desde mucho antes de que ocurriera lo que el mundo ya sabe: un terremoto.

Este terremoto no es más que una nueva tragedia de la cadena que ha padecido ese país.

Nuestro presidente presagió que algo parecido a este sismo podía ocurrir en Haití. Y lo anunciaba, y sus palabras anticipaban que a esa nación le esperaba lo peor y por tanto pedía al mundo que fijara su mirada hacia este empobrecido pedacito de tierra que tenemos al lado.

No quedó un foro ni un cónclave ni conferencia ni audiencia internacional en la que Fernández clamara ir a ayudar a Haití.

Lo que está ocurriendo allí ahora es lo más parecido a la hipocresía, solo que en estos momentos de muerte y destrucción se observa adornada vestida con traje de limosnas con aspecto de solidaridad.

Solidaridad de qué, me van a decir que es solidaridad las migajas que están llevando las grandes naciones a Haití. No es verdad, tanto dolor acumulado, tanta miseria amontonada, y sin embargo se le dio la espalda para ahora venir con pedazos de pan y mantas desechables a decir que son sus hermanos, que son seres humanos como los demás.

Solidaridad de qué, ayudas de qué, los anuncios de inversiones, reconstrucciones de qué y para qué, si en unos pocos días nadie se acordará de “sus hermanos haitianos”. Por favor, tanto asco no cabe.

Este fenómeno natural que ha ocurrido en Haití quizás ha sido cómplice del clamor de nuestro Presidente Fernández, Sus palabras denotaban y aún denotan impotencia sobre la situación de pobreza extrema en que está sumergido ese país.

Las naciones poderosas ahora han escuchado el llamado de la naturaleza ante su negativa al clamor de nuestro jefe de Estado, y ante sus oídos sordos de no tomar en cuenta las de Dios.

Aun no puedo creer lo que mis ojos ven y mis oídos oyen. Pero es el mundo y aunque hago mis aportes sola no lo podré cambiar, necesito ayuda para lograrlo.