lunes, 14 de julio de 2008

Los Héroes del 14 cuyas hazañas nos llegan a la memoria de vez en cuando, porque así son las cosas

Eran jóvenes, algunos muy jóvenes, pero decididos, muy decididos a ofrendar sus vidas por la libertad, no sólo las de ellos, sino de todo un pueblo que en silencio, porque no tenía voz, pedía el cese de los abusos, de las persecuciones, de las violaciones de los derechos humanos, de los asesinatos, ó mejor dicho, el cese a seguir siendo gobernados por el sátrapa, indolente, cruel, vil, inhumano, autodenominado “El Padre de la Patria Nueva”.

Fueron y son los valientes muchachos del Movimiento Revolucionario 14 de Junio. Siguieron el ejemplo de los expedicionarios que vinieron llenos de sueños por las montañas de Constanza, Maimón y Estero Hondo el 14 de junio del 1959 y más allá.

Ellos están ahí, y aún más ahí en las 134 fotografías expuestas con los auspicios de la Dirección General de Aduanas, y que en el momento justo flechó Milvio Pérez, sobre sus reuniones, encuentros, mítines, así como de las imágenes donde se muestran la crueldad en sus torturas, sus asesinatos y posteriormente sus recuerdos.

El Parque Independencia, el mismo lugar donde descansan los restos de los héroes de la libertad: Juan Pablo Duarte, Matías Ramón Mella y Francisco del Rosario Sánchez, ahí, en el mismo escenario donde Manolo Tavárez Justo, presidente del Movimiento 14 de Junio, pronunció enardecidos discursos de lucha por la libertad, es hoy también el lugar para el recuerdo de los que aún viven, de familiares de los fallecidos y de quienes han oído hablar de ellos en las escuelas, clubes culturales o simplemente el 14 de junio de cada año.

Milvio Pérez estuvo siempre en el momento justo para captar la triste imagen de Manolo Tavárez y Leandro Guzmán, observando el lugar donde fueron lanzadas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, tras haber sido asesinadas a palos por esbirros al servicio del tirano Rafael Leonidas Trujillo Molina.

Los visitantes, por igual, pueden observar las hermosas imágenes de las hermanas Mirabal, las de Manolo Tavárez Justo, y las de tantos y tantos jóvenes de diferentes clases sociales que pertenecieron al grupo revolucionario.

Galería del crimen trujillista
Así se observan las fotografías del escudo del Movimiento 14 de Junio. También aparece una galería del crimen trujillista, “esbirros y sádicos que torturaban y mataban: Cándido Torres, jefe del Centro de Torturas del km.9; Jhonny Abbes García, jefe del Servicio de Inteligencia Militar; el famoso doctor Pérez, presente en el Centro de torturas de La 40 supervisando las torturas”.

Una de las fotografías más vista de la exposición fue la tomada por Milvio Pérez en el momento en que el cadáver de Manolo Tavárez Justo era desenterrado, la cual ocupa el centro del mosaico junto a los rostros de algunos de los que cayeron junto a él, entre ellos Jesús Antonio Barreiro Rijo, Hipólito Rodríguez Sánchez, Rubén Días Moreno, Luís Ibarra Ríos, Francisco José Cabrera, Antonio Faxas Campo y Caonabo Abel.


Testimonio de Panchito

Tras la inauguración de la exposición el pasado 14 de junio, en el Parque Independencia se observa todo tipo de visitantes: escolares, venduteros, extranjeros, militares, ex combatientes de abril, transeúntes, políticos, y si tiene un poco de suerte como yo, podría toparse con miembros vivientes del Movimiento 14 de Junio, de esos que fueron torturados en La 40 y que hoy viven para contar parte de la historia.

En ese tenor, me encontré con Francisco José Blanco Ramírez (Panchito), quien me contó que junto a un grupo de jóvenes fue llevado a la cárcel llamada La 40 y que allí el esposo de Angelita Trujillo, Luis José León Estévez, lo “recibió” con una trompada en pleno oído derecho que aún hoy tiene severa dificultad para oír.


Refirió que tras el “recibimiento” , él, junto al grupo que enviaron, fue llevado a un lugar ubicado detrás de La 40, donde había una torre y que debajo de allí había un lugar denominado El Coliseo, donde fue torturado cruelmente en innumeras ocasiones.

Acongojado y lloroso recordó que después de La 40 a él y su grupo lo llevaron a la cárcel de La Victoria, a las celdas de un lugar llamado El Sótano.

Dijo que a él le echaron 30 años, pero fue indultado al año junto a algunos del grupo. Expuso que entre ellos recuerda que están hoy con vida, Rafael Batista Valdez, Antonio Francisco Saldaña Medrano y José Israel Cuello.

Con orgullo afirma haber compartido un día de celda con Manolo Tavárez Justo y que una vez coincidió con Las Mirabal en el Patio de La Victoria. Recordó que cuando Las Mirabal iban de visita se habilitaba una lona por la gran cantidad de personas que se presentaban.

Dijo sentirse alegre por la exposición y que coincide con la visita que cada año realiza al país, ya que al ser indultado sus padres se las ingeniaron para sacarlo fuera del país.

Al preguntarle si él y su grupo se reunían en el local del Movimiento ubicado en la Hostos esquina Conde me aseguró que no, que sus reuniones las hacían en casas de los miembros de manera clandestina.

Y tras concluir la corta conversación con Panchito, más adelante encontré a un señor color de ébano, alto, fuerte, de poco más de 60 años, me dijo que se llamaba Juan García, su historia un tanto diferente a la de Panchito, pero interesantísima por lo que estuve atenta a todos los detalles.

Los Panfleteros

Me explicó que era panfletero del Movimiento y que aunque desconocía el contenido de los panfletos que regaba lo hacía con mucha gallardía y esmero, pese a tener sólo 12 años.

Con sonado orgullo, dijo que él pasó con 100 el entrenamiento que recibió en el cementerio, porque era allí donde los jóvenes eran entrenados para saber si tenían “cojones” para el trabajo encomendado. Resaltó que uno de los cabecillas que redactaban los panfletos era un señor que en los años 40 formó un movimiento denominado “La Legión Azul”. Aseguró que la mayoría de los panfleteros tenían edades entre 11 y 15 años.

Mostrando su mejor sonrisa al recordar esos años de lucha junto al Movimiento, me habló de Rafael Emilio Romero –El Atleta- cuya fotografía aparece junto a decenas de miembros del Movimiento, así también señaló que más de 40 jóvenes del Movimiento, eran de Montecristi, y señaló algunos de esos rostros en una de las fotografías expuestas.

Al preguntarle cómo entrega los panfletos me explicó que una de las formas era a través de los equipos de voleyball y basketball.

Explicó que muchos de esos jóvenes se transportaban en los camiones del ayuntamiento y que desde allí repartían los panfletos cuando los recogedores de la basura se detenían frente a las casas. Durante la breve conversación reiteró, en varias ocasiones, que ni él ni los panfleteros sabían lo que decían los panfletos.

Así transcurren los días en el Parque Independencia y será hasta el 14 de agosto cuando sea desmontada la exposición. Muchos de los visitantes vivieron la historia, otros la han oído y las cuentan como si fuesen protagonistas.

A unos se les ve solo, observando y de lejos y no quieren hablar, porque sienten miedo, porque aún creen que los tentáculos dejados por el tirano les pueden alcanzar.

Es así que al preguntarle a un señor de tez clara y bajo de estatura me comentó que él era miembro del Movimiento, no quiso identificarse, sólo me dijo que tiene miedo por su esposa e hijos. Me dijo que toda su familia fue perseguida y dos de sus tíos asesinados. Actualmente es testigo de Jehová. (Por Plantida Reyes)

 
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