martes, 26 de junio de 2007

De la Política de Duarte a la de Políticos Mezquinos

En tiempos en que cursaba la primaria oí hablar de política por primera vez. Recuerdo cómo los profesores se empeñaban en enseñarnos una célebre frase de nuestro Padre de la Patria: Juan Pablo Duarte, “La Política, después de la Filosofía, es la ciencia más pura”.
Sin embargo, observar la forma en que actúan algunos políticos tal idealismo de nuestro Patricio se queda en puro sueño, en aspiración.
Es claro, e innegable, que los pensamientos y enseñanzas de Duarte sobre la política ha sido distorsionado por oportunistas y vividores del sueño y derecho negado de los dominicanos más desposeidos que pululan a lo largo y ancho de nuestra republica.
De la pureza de la política que ideó Duarte, a la realidad nuestra dicta mucho. La política es arte, la política es sumar, es crear, y sobre todo, llevar esperanza a miles y miles de personas que se acercan a determinado aspirante porque creen que les cumplirá las miles y miles de promesas que en determinado período de tiempo le has ofrecido. No simplemente llenarlos de expectativas y luego, tras la derrotada, decirles que no los dejará solos.
Oír, ver y observar a políticos aspirantes a una determinada posición echarle la culpa de su derrota a determinadas circunstancias, es simplemente mezquino.

Dos candidatos que no lograron pasar en las elecciones internas celebradas recientemente en dos grandes partidos políticos, han gritado a los cuatro vientos que fueron derrotados por situaciones y circunstancias que sus contendientes crearon o utilizaron para arrebatarles el triunfo que de antemano consideraban les pertenecía.
Esos políticos creyeron, o mejor dicho, sus allegados más cercanos les crearon un mundo de fantasías a su alrededor, que previo al conteo de los votos, ya afirmaban tener la sartén por el mango y el jarro por el asa.
Vaya, vaya, diría alguien que no querría entrar en contradicciones ni detalles, y solo asentaría a repetir tal palabra una y otra vez.
Son sencillamente mezquinos esos políticos al no reconocer el triunfo de sus colegas, de sus compañeros de partido, de aquellos con verdadero y no aéreo liderazgo político- social. Debemos reconocer el triunfo de aquellos que enarbolaron discursos con los que llegaron mucho más al horizonte soñado de aquellos que viven y duermen en base a la esperanza; sumaron seguidores en el trayecto desde el momento mismo en que iniciaron sus proyectos políticos y mucho más allá del lanzamiento de sus aspiraciones.
Sus mensajes fueron más efectivos y sus equipos de campaña utilizaron tal estrategia, que debido a los resultados favorables, fue mucho más efectiva y la llevaron y la guiaron por lugares donde podrían agenciarse el triunfo seguro.
Es penoso observar cómo esa clase de políticos, al creerse seguros ganadores, firmar pactos, acuerdos y sobre todo comprometer y empeñar sus palabras de que respetarán los resultados, la decisión final que luego, al no verse triunfadores, desconocen, sin más, ni más.
Los políticos mezquinos solo piensan en sus intereses personales, en los intereses de su grupo y en llegar a ser, sin ser, ni hacer. Para los políticos mezquinos las organizaciones políticas a las que pertenecen no les importa para nada, las utilizan como trampolín para ir más allá de las nubes, estar cerca del cielo y en caso extremo creer que el poder temporal que ostentan los acerca a Dios.
Esos políticos no merecen que sus seguidores les sigan aplaudiendo sus faltas de humanismo, concordia y de convivencia. No merecen que sus seguidores les llamen, les animen y les busquen.
Recorrer la historia de los partidos políticos de la República Dominicana nos da la razón sobre éstas puntualizaciones.
Reconocer el triunfo ajeno no amerita de complicaciones ni de ataduras ni de dificultades, ni de verse con el traje de la derrota puesto de por vida. Es simplemente fácil, basta con despejarnos del egoísmo, de la codicia, de la rabia, del dolor que casi siempre es momentáneo, del “me engañó”.
Reconocer el triunfo ajeno nos hace grandes, nos da respuestas, nos eleva, nos da seguridad y nos anima a trabajar más, con más entusiasmo, con más dinamismo y amor hacia nuestros compañeros.
Es fácil reconocer el triunfo ajeno, simplemente deben escuchar y buscar a Dios, en El están todas las respuestas y todas las cosas tienen solución. Les recomiendo buscarlo y les aseguro que con él a su lado ganarán el universo.

miércoles, 20 de junio de 2007

Primarias con sabor a gallo colorao

Los reformistas son noticia, tanto los que están arrimados al gallo colorao, como aquellos que se animaron a tocar otras puertas y tuvieron la dicha de que se les abrieron y se les ofreció una acalorada bienvenida con bombos, algarabías y buenas posiciones.
Los Coloraos, como tantas veces se han hecho llamar los dirigentes, simpatizantes y seguidores del Partido Reformista Social Cristiano tanto en el poder como fuera de él, estarán eligiendo este domingo 10 de junio a su candidato presidencial que el 16 de mayo del 2008 deberá medir fuerzas además de carisma y liderazgo político frente al presidente Leonel Fernández y al candidato del Partido Revolucionario Dominicano: Miguel Vargas Maldonado.
En estos días de la recta final de la campaña interna del PRSC, los reformistas tienen todo el proceso de las llamadas primarias organizado, montado y muestran a todas luces mucha seguridad de que todo les saldrá bien tanto de la esperada concurrencia de los compatriotas como por la puntualidad en ofrecer los resultados.
Los reformistas del símbolo del gallo colorao tienen plena capacidad para montar un proceso limpio, oloroso y glamoroso, sin pasatiempos y sin inconvenientes y, para más, los candidatos firmarán un pacto denominado de “Caballeros”. Cuanta perfección no puede ni debe ser digna de malos augurios, ni antes ni después, cualquiera que fuesen los resultados.
Los tres candidatos reformistas se observan agitados, nerviosos, presurosos y sobretodo muy, pero muy activos en convencer a sus correligionarios para que les favorezcan con su voto, cada uno por separado.
Es en este afán de convencimiento que los spots publicitarios diseminados en los diferentes medios de comunicación, más los discursos, reuniones de equipos de campaña, amén de las promesas y promesas son interminables lo que ocupa las agendas de los aspirantes que al querer cumplirla a cabalidad quedan aturdidos al final del trajinar de más de 24 horas día y más aún, cuando los resultados no les sean favorables a dos de ellos, ya que uno solo deberá ser el elegido.
Las Primarias con sabor a gallo colorao tienen en ésta ocasión un matiz que las harán recordar por siempre. Es evidente que dos de los candidatos, de acuerdo a las encuestas, cuentan con los números más altos del favor del electorado reformista, éstos tienen bajo sus mangas una guerrita fría que han dejado develar en los medios de comunicación, dejando a un lado, y fuera del mach a Luis Toral Córdova, el precandidato, de acuerdo a mis observaciones, con el discurso más coherente. Sin embargo, el mensaje no ha llegado, los canales utilizados no han sido los correctos por lo que debe revisar en qué se ha fallado, ya que el porcentaje ofrecido por las encuestas, tanto las interesadas como las desinteresadas, lo sitúan en un tercer lugar.
Al parecer, y de acuerdo a los spost televisivos, escritos y por demás, entre los aspirantes a la presidencia de la República por el PRSC, hay uno que negocia, insultando la inteligencia de los compatriotas, ya que la base del PRSC lo entiende claramente al igual que el resto de los dominicanos que han dado seguimiento a los funcionarios y sus acciones tanto del gobierno como de instituciones descentralizadas.
En tanto, hay otro, que se hace llamar amigo de los pobres, y que es un candidato para vencer, no para perder, es un claro mensaje a Eduardo Estrella, quien ya ha ocupado la posición que aspira y que en elecciones nacionales ha mantenido al partido Reformista en tercer lugar, descartando, de hecho, cualquier posibilidad de llegar al poder, o sea, que según el mensaje oculto del spots de otro de los candidatos, Eduardo no debe ser beneficiado con el voto de los compatriotas, ya que con él se volverá a perder y los reformistas no tendrán oportunidad de regresar al poder el próximo 2008.
Las negociaciones por debajo de la mesa y en cuartos cerrados a media luz, son evidentes. El clientelismo político reinante en las entrañas de las organizaciones políticas dominicanas y en todo el sistema político nacional no se esfumará gane cualquiera de los precandidatos reformistas en las denominadas Primarias.
Aunque uno de los precandidatos deberá pasar en las Primarias, tendrá de frente un proceso electoral pautado para el 16 de mayo del 2008 un tanto difícil para cruzar la meta, y ellos lo saben y ensayan para tal contienda en el actual proceso interno. Aunque en política no hay nada escrito, y al igual que el béisbol, el juego no se acaba hasta que no se termina.

 
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