Así como refiere el encabezado de estas líneas que quiero compartir con mis lectores. Ella, la flamante secretaria de Estado de los Estados Unidos, Hillary Clinton, vino a la República Dominicana a participar en la IV reunión de Los 14 países miembros de la Iniciativa “Caminos a la Prosperidad en las Américas”. El anuncio, la llegada y estadía de la señora Clinton ha sido bajo estrictas medidas de seguridad. Ella vino un día antes que el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, en visita oficial a la República Dominicana, este viernes siete del corriente mes de octubre, para agotar una amplia agenda de trabajo que incluye reunión con el presidente de la República, doctor Leonel Fernández. Condecorado por el mandatario dominicano en la Orden del Mérito de Duarte, Sánchez y Mella, en el Grado Gran Cruz Placa de Oro. De acuerdo con el ceremonial protocolar, el jefe de Estado dominicano recibirá a Mahmoud Abbas en las escalinatas frontales del Palacio Nacional, cerca del mediodía, donde el Primer Regimiento de la Guardia Presidencial rendirá los honores militares y luego ambos pasarán revista a las tropas. Posteriormente, los mandatarios se trasladarán al despacho presidencial para sostener una reunión de trabajo y luego pasarán al Salón de Embajadores donde el gobernante dominicano impondrá a Abbas la condecoración. Finalizada la condecoración, y luego de un almuerzo en su honor, Abbas será recibido por el Congreso Nacional, a donde acudirá acompañado por el presidente Leonel Fernández. Mientras la señora Clinton, a decir verdad, era mi favorita en las internas del partido Demócrata ante la figura imponente de Obama, vino en esta ocasión a La Española a hablar de un tema que, a mi parecer, es el que menos le queda. Ha venido con una agenda de la que solo ha exhibido el “Derechos de los Inmigrantes” en terrenos de la República Dominicana. Primero habló de los US$5.000.000 de dólares dirigidos a la microempresa. Los demás puntos de su “apretada agenda” han quedado rezagados sabrá Dios a qué lugar, porque de lo que se trata es de afianzar con su presencia y discurso lo que otros han dicho y han continuado diciendo y presentando ante organismos internacionales. Me parece, señora Clinton, que ese tema no le queda, y más, si echamos un vistazo a lo que está ocurriendo en su casa, en lenguaje coloquial, en su país. Qué pasa con los inmigrantes en el Estado de Arizona, tienen acaso derechos, por solo poner un ejemplo. A mí me enseñaron que primero se arregla la casa antes de ver el desorden en la ajena, si es que los hay. La señora Clinton viene a un país, aunque creo es lo que menos le importa, que exhibe al mundo su Constitución, símbolos patrios, su cultura nacionalista y por demás de hombres y mujeres de coraje, a hablar de respeto y derechos a los inmigrantes. Pero de qué carajo se trata si ella debe preguntarse qué ha hecho y qué está haciendo la comunidad internacional, entre ellos los EEUU bajo la asesoría de su también flamante esposo, para que los recursos acordados en foros, conferencias, encuentros y otros escenarios, tras el terremoto de Haití, sean finalmente invertidos en esa empobrecida nación que cada día es menos favorecida con la gracia del Todopoderoso. De qué carajo se trata de venir a la República Dominicana a hablar de derechos de los inmigrantes haitianos, de los niños y mujeres que piden en las esquinas de los semáforos en cualquier calle o avenida de Santo Domingo y de sus principales ciudades, cuando en otras naciones ya no existiesen. No valdrá que se le explique señora Clinton, porque Usted está programada a retraer el tema de los inmigrantes ilegales haitianos en este país, y sobre todo, cuando cada día soplan aires de aplicar las reglas, en el sentido de que la República Dominicana presentará en los próximos días el reglamento base para poner en marcha a toda cabalidad la Ley de Inmigración. Vino un día antes que él a la República Dominicana. De él se hablará por los siglos y siglos, y su visita contribuirá a hacernos más grande, nos llenará aún más de orgullo y él contribuirá a que se conozca que sí, que en este país guardamos respeto por la soberanía de las naciones hermanas. La visita de él contribuirá a hacer de esta media isla una nación más fuertes, de mejores ideales de dominicanidad para impedir así que alguien venga de vez en cuando a querer pisotear nuestra dignidad y a creer que todavía viene juan y jaya.
jueves, 6 de octubre de 2011
Ella vino a la República Dominicana un día antes que él y habló del tema que menos le queda
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