Este año 2008 no ha querido irse sin él. Quería llevarlo para ser recordado, anheló no ser olvidado y procuró la excusa de llevarse con él al señor Odalix , como solía llamarle.
Se ha ido, talvez como sueñan los poetas el momento de su partida de este mundo: entre amigos, con música y bajo un cielo estrellado.
Se ha ido, y éste 2008 no quiso irse sin él, y no pensó que con su partida dejaría triste y confundidos a quienes le tratamos, a quienes le conocimos, a quienes saludó siempre como solo pueden mostrar los rostros escogidos por el Creador: sonriente, amable y atento.
Este 2008 no quiso irse sin él, y no ha sido un año justo, más bien terco, ya que el señor Odalix solo contaba con 60 años, edad en la que apenas la vida comienza para personas como él , siempre cargado de `planes y proyectos, siempre atento al acontecer del día a día al creer fielmente en que los hechos ocurren y pasan y que nosotros estamos llamados a atraparlos para que se queden en la memoria de los pueblos.
Se ha ido usted, señor Odalix y el trato que me dispensó me ha llevado a escribir estas palabras . Se ha ido usted, señor Odalix, y de verdad que lo he sentido.
Se ha ido señor Odalix porque este 2008 no quiso irse sin usted, pero lo que este año no acaba de entender, porque ha sido terco, es que en apenas 10 días será historia, mientras que a usted les recordaremos siempre. Vivirá eternamente en el corazón de su hija, de su hoy viuda esposa, su nieto, y en sus demás familiares; también será recordado por las ediciones de Vanguardia del Pueblo, sus compañeros de partido político, de labores del Centro de Información Gubernamental, sus colegas periodistas, y en las raíces de los pinos que plantó hace dos meses en las montañas de El Mogote, Villa Altagracia.
Se ha ido, talvez como sueñan los poetas el momento de su partida de este mundo: entre amigos, con música y bajo un cielo estrellado.
Se ha ido, y éste 2008 no quiso irse sin él, y no pensó que con su partida dejaría triste y confundidos a quienes le tratamos, a quienes le conocimos, a quienes saludó siempre como solo pueden mostrar los rostros escogidos por el Creador: sonriente, amable y atento.
Este 2008 no quiso irse sin él, y no ha sido un año justo, más bien terco, ya que el señor Odalix solo contaba con 60 años, edad en la que apenas la vida comienza para personas como él , siempre cargado de `planes y proyectos, siempre atento al acontecer del día a día al creer fielmente en que los hechos ocurren y pasan y que nosotros estamos llamados a atraparlos para que se queden en la memoria de los pueblos.
Se ha ido usted, señor Odalix y el trato que me dispensó me ha llevado a escribir estas palabras . Se ha ido usted, señor Odalix, y de verdad que lo he sentido.
Se ha ido señor Odalix porque este 2008 no quiso irse sin usted, pero lo que este año no acaba de entender, porque ha sido terco, es que en apenas 10 días será historia, mientras que a usted les recordaremos siempre. Vivirá eternamente en el corazón de su hija, de su hoy viuda esposa, su nieto, y en sus demás familiares; también será recordado por las ediciones de Vanguardia del Pueblo, sus compañeros de partido político, de labores del Centro de Información Gubernamental, sus colegas periodistas, y en las raíces de los pinos que plantó hace dos meses en las montañas de El Mogote, Villa Altagracia.
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